
¿A
qué le escribes?, ¿Que cuentas en tus canciones?. Estas dos preguntas
posiblemente sean las más dolorosas junto a la de... ¿Próximos proyectos?. Aquí
en la red es más fácil hacerlo. Aquí todo es distinto. Me gustaría dejar mi
cuerpo allí, en la tierra, en la cama, como quien deja un pesado abrigo de piel
de oso hormiguero cocainómano y quedarme aquí una larga temporada. Escribo por
narcisismo, por necesidad y por costumbre. Llevo años haciéndolo y casi es una
automatización de mi mente, una deformación misántropa. Sobre " el que..." es
más complicado. Digamos que no me gusta abordar temáticas globales, es decir,
la explotación obrera, los derechos gays, al tráfico de órganos, al abuso sexual
de bebes, etc. No me siento bien escribiendo lo que otros ya han plasmado de
una manera magistral. Me siento más cómodo y seguro dentro de mí, proyectando
mis visiones incompletas y contradictorias entre sí muchas veces. Utilizar un
personaje y ubicarlo en situaciones complicadas, o simplemente en situaciones
inscircunstanciales me interesa. El cómo un hombre puede vivir, por ejemplo,
tremendamente angustiado teniendo resuelta su economía, su hogar, comodidades,
etc. me estremece. Hay hombres y mujeres que viven en un continuo arrebato pasional,
sentados en el banco de una rambla, inmóviles, viendo volar las palomas tontas
y sucias como siempre, estos hombres y mujeres las ven comer y piensan ¡¡este
es el símbolo de la paz y de la libertad!!. Me gusta ese tipo de situaciones
nada extrasensoriales, nada globales y sí muy exclusivas en individuos pasionales
y posiblemente, locos. En fin, esto va dirigido sobre todo al periodista que
me haga esa pregunta con la que empecé a contar esta historia, a partir de este
momento, la mejor respuesta para salir del apuro será otra pregunta. ¿No has
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